viernes, 19 de febrero de 2010

Bruselas, 26 de marzo de 2010

Era muy poco probable que la idea de Bee Honey fuese tan original que no se le hubiese ocurrido ya a alguien. Con tanta gente en el mundo y tanta gente dispuesta a hacer las cosas mejor, tarde o temprano teníamos que encontrar a alguien que ya hubiese puesto en práctica el desarrollo de la apicultura como medio para mejorar las condiciones de vida de las personas con menos oportunidades.

Hemos "descubierto" a Miel Maya Honing, una asociación de dos empresas: la que produce miel de comercio justo en México y Guatemala y la exporta a Bélgica y la que comercializa esa miel en Europa. Hemos descubierto a HoneyFlorDev, una asociación francesa para la implantación de la apicultura en África como forma de fomentar el desarrollo económico y social. Y para nuestra suerte, resulta que ambas organizan un seminario, el próximo mes de marzo, en Bruselas.

Así pues, viajaremos hasta allí para encontrarnos con todos ellos y para aprender de su experiencia, para darnos a conocer y para dar el segundo gran paso de Bee Honey: tener la materia prima para crear nuestra gama de productos.

martes, 9 de febrero de 2010

Aperitivo romántico: Fondue de champagne y miel

¿Qué es más romántico y elegante que la "fondue"? Lo vemos en todas las películas y restaurantes de lujo...¡creemos esta atmósfera en nuestros hogares para el próximo día de San Valentín! Éste es un plato que incita a la conversación y es una sabrosa chispa para iniciar la fiesta.






"Fondue" de champán y miel
(2 porciones)

Ingredientes

450 g de queso Suizo o Gruyere, troceado
4 cucharaditas de Maicena (harina de maíz)
1 cucharadita de mostaza seca
1 cucharada sopera de mantequilla
1/4 de taza de chalota picada
1 diente de ajo, picado
1-1/4 taza de champagne o cava brut
1/3 taza de miel
2 cucharadas soperas de jugo de limón
Un pellizco de nuez moscada moscada
1/2 cucharadita de pimienta blanca

Recubrir el queso con la mezcla de la mostaza seca y la maicena. Reervarlo.

En una cacerola o en la misma fondue, a fuego medio, derretir la mantequila. Saltear la charlota y el ajo hasta que estén caramelizados, en 2 o 3 minutos. Añadir el champagne o el cava y llevarlo a ebullición. Añadir pequeñas partes del queso mezclado y reservado, poco a poco, revolviendo constantemente hasta que el queso se derrita.

Añadir el jugo del limón y la miel. Mezclar hasta tener una mecla homogénea y seguir calentando 2 o 3 minutos más. Sazonar con nuez moscada y pimienta. Servir inmediatamente; mantener caliente en la fondue.

Sugerencias: se pueden comer con pan crujente, con manzana, con zanahorias y con brócoli cocinado al vapor.

¡Buen provecho!

Fuente: National Honey Board http://www.honey.com/

lunes, 1 de febrero de 2010

Amos o siervos

No lo he conseguido. Todavía no ha terminado el mes de enero y ya he incumplido uno de mis propósitos: el de dejar de filosofar. Es que no puedo evitarlo. Debo asumir que soy así: me gusta darle una vueltecita a todas las cosas.

Este finde he ido a ver dos películas que, aparentemente, no tenían nada en común: Up in the air, la de George Clooney e Invictus, la de Nelson Mandela (Clint Eastwood y Morgan Freeman). Pues, casualidades de la vida, resulta que sí tienen un punto en común (tranquilos, no voy a desvelar la trama de las películas por si aún no las habéis visto): la importancia de ser los amos de nuestra propia vida. En principio parece algo obvio que sí lo somos, pero no está tan claro cuando empiezas a analizar situaciones concretas propias o de otras personas. Resulta que si no queremos ser siervos de otros y optamos por ser nuestros propios amos, hemos de luchar por ello de forma consciente y proactiva; no es algo que venga de serie en la vida que nos toca vivir.

Si os interesa el tema os recomiendo que veáis las películas y que me digáis qué os parece. Me gustaría conocer el punto de vista de otras personas sobre este tema. De momento os adjunto un poema. Ahora sí voy a revelar un pequeño detalle de la película de Morgan Freeman, pero no le resta ningún interés a verla; vamos, que es poco importante. Es el poema, de William Ernest Henley, que leía Nelson Mandela cuando se sentía abatido en algún momento durante sus 27 años de cautiverio. (Esta es una traducción que he encontrado en internet):

Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.