lunes, 28 de septiembre de 2009

La importancia de entender algunas cosas

Hace ya tiempo que adquirí la consciencia de que nunca voy a entender cómo funcionan la mayoría de los aparatos que utilizo en mi vida diaria. Creo que la primera vez que fui consciente de este hecho transcendental (es como una especie de rito de iniciación en la vida adulta) debía de ser un adolescente y fue con el tocadiscos.

No comprendía, y nunca he comprendido desde entonces, como, tras pasar la aguja por un surco sobre una superficie de plástico (tampoco sé lo que es el vinilo), puede obtenerse música. A partir de ahí, me fui dando cuenta de que lo mismo me ocurría con gran parte de los aparatos que estaba acostumbrado a utilizar: la radio, la televisión, el teléfono, y ya no hablemos de los ordenadores, el Ipod. En aquella época, esto me preocupaba porque pensaba que si me quedaba solo en el mundo, o en alguna isla desierta, no sería capaz de hacer funcionar nada de lo que utilizaba habitualmente. Con el tiempo, aprendí a superar esta angustia, y me acostumbré a no preocuparme demasiado por el funcionamiento de las cosas. Simplemente funcionaban y ya está.

Sin embargo, hará un par de años ya, con la llegada de nuestra famosa crisis, me invadió una angustia similar: los hechos económicos y, sobre todo, financieros, aparentemente inconexos de diferentes empresas en diferentes lugares del mundo parecía que formaban parte de un mismo ente que yo no era capaz de comprender. De nuevo la misma angustia. Por suerte, una exposición ejemplarmente clara del profesor Leopoldo Abadía en un programa de Buenafuente me llevó a la conclusión de que yo no era el único (ya se sabe: mal de muchos, consuelo de tontos). Es más, parece que no hay nadie que sepa con claridad cómo funcionan estas relaciones que se han ido creando. Esto es mucho peor que lo del tocadiscos, porque el tocadiscos estoy seguro de que, al menos, algunas personas privilegiadas son capaces de entender cómo funciona (como mínimo su inventor). Además, las consecuencias de una avería en el tocadiscos, no son comparables a una avería en el sistema financiero global, como podemos ver estos días.

Aunque muchos ya lo habréis visto, vale la pena echarle un vistazo de nuevo a la explicación del profesor Abadía.



La conclusión que obtengo de todo esto es lo importante que es comprender algunas cosas. Hay que saber cuáles. No todas, pero sí las que tienen un impacto real en la vida de las personas. Lo innecesariamente complejo no suele ser mejor que lo naturalmente sencillo.

Con estas reflexiones, nos gustaría conseguir que Bee Honey se convirtiera en un modelo sencillo y comprensible de empresa, de forma que, además de generar oportunidades de desarrollo para las personas, contara con una filosofía de funcionamiento totalmente transparente y perfectamente entendible para todo el mundo. Con este empeño seguimos trabajando.

La financiación de proyectos es absolutamente necesaria para poder sacar adelante cualquier iniciativa empresarial, pero ¿es necesario complicar las reglas del mundo financiero hasta llegar a ejemplos tan dramáticos como reales, que con tan buen humor nos cuentan en este video? ¿Qué opináis de las prácticas financieras actuales? ¿Pensáis que debería haber algún tipo de límites a esta forma de actuar? ¿Qué sistema propondríais?

martes, 22 de septiembre de 2009

Miel sana

De frambuesa y de rododendro. Esas son las dos mieles que compré en París. Ya casi las hemos consumido enteras, porque otra cosa buena que tiene la miel, además de la miel en sí, es que la puedes combinar de infinitas maneras en las comidas.

Llevo días leyendo sobre la miel y, excepto que no es adecuado administrarla a los bebés, todos los artículos hablan de sus magníficas propiedades medicinales y nutritivas.

En la publicación de internet www.sportlife.es hay un artículo que resume muy amenamente las principales cualidades de la miel. Aquí os lo dejo:


Las propiedades medicinales de la miel
por Yolanda Vázquez Mazariego

* Si bebes, toma miel. La miel activa la eliminación de hasta un 35% del alcohol, porque activa el metabolismo del hígado. También es buena para eliminar toxinas y proteger el hígado de medicamentos y de una alimentación desequilibrada. Lo mejor de la miel es que endulza sin caries. La miel natural no provoca caries por la acción de una enzima que elimina la placa. Aunque tampoco debes abusar.

* Aumenta la energía natural. Si notas más cansancio cada día y no te recuperas bien, toma miel para prevenir y curarte de anemias, fatiga, estrés, en épocas de exámenes y/o entrenamiento fuerte. Las más indicadas son las ricas en minerales, o de color oscuro como la de alforfón y brezo.

* Corazones melosos, corazones sanos. La miel tonifica el corazón cansado y ayuda a eliminar la retención de líquidos en los afectados cardiacos. Escoge miel diurética como la de brezo, espliego y majuelo.

* ¿Tienes digestiones difíciles? La miel es un alimento predigerido por las abejas por lo que se absorbe rápidamente, alivia el ardor y los dolores de úlcera. Las más indicadas son la miel de romero, tilo y tomillo.

* Miel, el antibiótico dulce. La miel es un placer para los golosos que te ayuda a mantener alejadas las infecciones. Contiene azúcares energéticos, vitaminas, minerales, enzimas activas, aminoácidos, ácidos orgánicos, sustancias antibióticas (inhibina, ácido fórmico), polen, acetilcolina y agua. Utilízala a diario aunque sin abusar (es muy calórica) para endulzar tus infusiones, bebidas y comidas. Los abuelos sabían lo que hacían. La miel con limón es el mejor remedio para aliviar los problemas de garganta, Cura-sana natural. Las heridas y quemaduras se curan con miel. Las propiedades antisépticas y cicatrizantes de la miel evitan las infecciones y aceleran la curación de la piel dañada. Todas son cicatrizantes, pero la mejor es la de lavanda.

* Para la tos y suaviza la garganta. Prueba a hacer un caldo para disminuir la inflamación y calmar la tos: Pon a hervir durante 30 minutos, medio litro de agua mineral con tres cebollas, tres zanahorias y 3 ramas de apio. Cuela el caldo resultante y añade tres cucharadas grandes de miel de romero. Sírvete un tazón bien calentito antes de dormir y por la mañana en ayunas.

* Alivia las alergias. Un vaso de agua templada con miel local, una cucharada de polen y dos cucharadas de vinagre de manzana antes de la temporada de las alergias te ayuda a vacunarte de forma natural.

* A dormir a pierna suelta. La miel de tilo y de azahar son muy eficaces para curar el insomnio, estrés y ansiedad. Por esta razón es tradicional, tomar un vaso de leche caliente endulzado con este tipo de mieles, antes de acostarse.

* Una cuestión de regularidad. La miel tiene efectos laxantes y es muy eficaz contra el estreñimiento si toma una cucharada en ayunas con un vaso de agua. La mejor es la miel de acacia.

* Consigue una piel suave. Prueba a ponerte miel en la cara y en las zonas del cuerpo con asperezas y rugosidades como codos, rodillas y pies. Diluye dos cucharadas de miel en una cucharada de aceite de oliva y deja actuar la mascarilla durante al menos 20 minutos. Los resultados son increíbles, especialmente en los "sufridos" pies de los corredores.

* Es un buen antioxidante. Un nuevo estudio de la Universidad de Illinois (EEUU) ha encontrado que la miel tiene propiedades antioxidantes gracias a su alto contenido en ácidos fenólicos y enzimas como la catalasa y la glucosa oxidasa que son capaces de proteger a las células de los radicales libres. La miel es un alimento muy variado y sus propiedades pueden ser superiores si el polen elegido es de calidad. Para conseguirlo elige miel de origen natural con más acción anti-radicales libres.

* Energízate durante la carrera. En carreras larga prepara en los avituallamientos té verde con miel de romero. No sólo te puede ayudar a prevenir el riesgo de hipoglucemia, también favorece la oxidación de las grasas y la liberación del glucógeno y te ayuda a eliminar las toxinas acumuladas por el esfuerzo.

* Alimento prebiótico. Se acaba de descubrir que la miel es un alimento prebiótico, pues contiene oligosacáridos propios que aumentan la población de la flora bacteriana (bifidobacteria y lactobacilo) de forma natural, mejorando la salud digestiva y del sistema inmune.

* Huesos más fuertes con calcio y miel. Si necesitas tomar suplementos de calcio, hazlo con una cucharadita de miel, pues este endulzante natural es capaz de aumentar la absorción de calcio ayudando aumentar la masa ósea. Los investigadores han encontrado que la miel aumenta un 33,6 % la absorción de calcio en ratas, probablemente por el contenido en carbohidratos como glucosa, fructosa y rafinosa.

* Miel anticancerígena. Otro nuevo estudio ha encontrado que la miel natural y sus derivados (própolis, jalea real, etc.) llegan a disminuir el crecimiento tumoral y evitan la metástasis, cuando se inyectan en los tumores de ratones de laboratorio, lo que la convertiría en un dulce tratamiento anti-tumoral.

¿Cuánta miel hay que tomar?

Dos o tres cucharaditas al día son la dosis justa para endulzar sin ganar peso, pero si tienes alguna infección o te sientes sin energía cambia a 2 ó 3 cucharadas soperas.


Nota: Os enlazo una tabla en la que figura la composición media de la miel, publicada por la Casa de la Miel de Tenerife.

lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Nos hemos vuelto locos?

Hoy me gustaría hablar un poco sobre el segundo de los pilares en que pretendemos basar nuestro proyecto, según definíamos en el post de bienvenida del pasado día 31 de agosto: empresa sin ánimo de lucro. Bufff, como introducción a este post suena bastante aburrido. Trataré de ser conciso, pero creo que es importante posicionarnos y expresar lo que pensamos sobre este tema desde el principio.

Antes que nada, subrayar que no tengo nada en contra de las empresas con ánimo de lucro. Vaya esto por delante. De hecho, han demostrado sobradamente tener un protagonismo muy importante en el desarrollo humano, con un balance (lo positivo menos lo negativo) muy favorable, desde mi punto de vista. Además, hoy por hoy, sería impensable un mundo con el nivel de vida actual (no entremos ahora en temas sobre el reparto de la riqueza) sin contar con las empresas capitalistas tradicionales.

¿Qué entendemos nosotros por empresa no lucrativa? En primer lugar, empresa. Permitidme que no recurra a ninguna definición de ningún gurú mediático sobre lo que es una empresa, y que me quede con la esencia de lo que me gustaría destacar aquí: organización destinada a generar riqueza. Esta es la clave, la generación de riqueza. Riqueza para subsistir de forma independiente, riqueza para progresar, riqueza para destinar al fin que consideremos adecuado.

Y ahora la segunda parte: no lucrativa. Si la empresa genera riqueza, ¿qué queremos decir con “no lucrativa”? Pues es sencillo: no reparte los beneficios generados a sus socios o propietarios, sino que estos beneficios se reinvierten en la propia empresa para seguir desarrollando su misión. ¿Y por qué queremos crear una empresa no lucrativa? De hecho, todo este proyecto podría encajar perfectamente con un modelo de empresa lucrativa. Pues bien, se trata sólo de una apuesta, de creer que este modelo empresarial es perfectamente viable y sostenible en el tiempo, y pretender demostrarlo con el ejemplo.

En realidad no pretendemos demostrar nada que no se haya demostrado ya. Hay un montón de ejemplos. Algunos muy buenos podéis encontrarlos en el libro que os recomendábamos en el primer post . En definitiva, trataremos de montar una empresa del tipo que Muhammad Yunnus (Premio Nobel de la Paz en 2006) denomina empresa social. El Sr. Yunnus es el fundador de Grameen Bank, o la banca de los pobres, en Bangladesh, y es el creador y gran impulsor de los microcréditos que tanto han mejorado las condiciones de vida de muchas personas. Os propongo que sea él mismo el que os explique en qué consiste esto de la empresa social, porque, sin duda, lo hace mucho mejor que yo y, además, ya tiene una gran experiencia en emprendimiento social , incluso en colaboración con empresas como Danone o Veolia (esta vez el video no está subtitulado, pero se entiende bastante bien para el que sepa un poquito de inglés):




¿Cómo veis todo esto? ¿Es una ida de olla o le veis un sentido? ¿Creéis que puede funcionar en un momento de crisis global como el actual? Vuestra opinión nos interesa mucho y nos anima a seguir y a mejorar nuestro proyecto.

martes, 8 de septiembre de 2009

Milmieles

Cuando era pequeña odiaba la miel. Esa jarra de barro cocido, con su recorte de tela a cuadros para taparla, siempre ahí, en el armario rinconero de la cocina. Tengo el recuerdo de mi padre intentándonos convencer a mis hermanas y a mí para que tomáramos algo de esa cosa viscosa, pegajosa y extremadamente dulce...era difícil contentarle. Yo nunca he tomado quina, pero estoy segura de que lo que sentía con la miel se debe parecer.

No recuerdo el día en que la miel empezó a gustarme. Puede que la tomara en un postre tan tradicional como el "mel i mató" (requesón con miel) o que la esparciese en una tostada de algún desayuno de hotel...algo así debió ser, confieso que aunque me gusta, hasta hace poquísimo no he empezado a descubrir su verdadero atractivo. Y digo empezado porque este va a ser un camino largo: ¡ni siquiera sé cuántos tipos de miel distintos hay!

Siempre he tenido miel en casa ¿será por influjo de esa jarra de barro cocido de mi infancia...? No creo, resulta que comentándolo con los amigos, ¡todo el mundo tiene miel en casa! En una alacena que se precie siempre habrá una lata de conservas, un bote de legumbres, media bolsa de pasta (fideos, probablemente) y ¡un bote de miel! Siempre ahí, como “fondo de armario”. Pero solamente un bote...no dos. Y no será por falta de variedad: en una búsqueda rápida en los estantes de cualquier tienda encontraremos un par de mieles distintas. Si la tienda es más o menos especializada, tendrá cinco o seis tipos para elegir (así de memoria: tomillo, romero, azahar, eucalipto, brezo..castaño...encina...¿alguna más?). Si vamos a una feria artesanal, ahí la cosa empieza a desbordarse y aparecen botes de miel como setas, de todos los tamaños y colores, de todas las plantas de la zona. ¡Y yo con mi bote marca blanca en formato antigoteo!

Antes de empezar con este proyecto nunca había comprado dos botes de miel a la vez. Siempre había comprado solamente uno. Nunca había tenido dos botes de miel distinta abiertos a la vez en casa. Pero entonces Jorge me habló de una “tabla de mieles” como el que habla de una “tabla de ibéricos” y tuve la curiosidad de comparar dos mieles. Comparé el bote marca blanca con una miel de encina que compré para la ocasión y sí, eran distintas. Fue el primer paso de lo que se está convirtiendo en una obsesión.

Si serán distintas las mieles, que he sabido recientemente que se hacen ¡catas de miel! No me lo podía imaginar, es que era algo de lo que no había oído hablar nunca. Se iba a organizar un seminario de cata de miel en Barcelona el mes de julio pasado pero resulta que se canceló y está previsto para el mes de octubre. Me puse en contacto con el "ponente" de esta cata (¡internet es alucinante! ¡le envié un mail y me contestó!) y me contó que tenía publicado un libro "Mieles de España y Portugal, conocimiento y cata". Ahí ya vi que soy una ignorante del tema...lo he comprado y lo estoy leyendo (o estudiando, porque es muy didáctico y tiene una cantidad de información muy interesante). Atención: en el libro vienen descritos 26 tipos de mieles distintas. Yo he nombrado siete. ¿Cuáles más conocéis vosotros?

Id haciendo la lista, porque la cosa no acaba aquí. Resulta que estuve en París y allí fui (no por casualidad, está claro) a "La Maison du Miel". Tienda fundada en 1898. Solamente venden miel y productos relacionados (velas de cera de abeja, pastelitos de miel, cosméticos a base de miel, ¡cerveza con miel!, libros de recetas hechas con miel...). Pues bueno, resulta que tienen cuarenta y dos (42) tipos de miel distintos. Una señora muy agradable (¿quién dijo que los parisinos eran antipáticos?) nos contó que las mieles de su tienda proceden preferentemente de Francia, España e Italia, aunque traen mieles de otros lugares del mundo (nombró Canadá y Argentina). Nos dejó probar cuatro mieles distintas a cada uno. Si alguien acierta qué dos tipos de miel compré allí, está invitado a mi casa a probarlas, cena incluida (espavilad porque solamente tenéis de tiempo hasta el próximo post, en el que os diré de qué son). Solo puedo decir que son buenísimas, sorprendentemente distintas a lo que conocía (que era poco, es verdad) y muy diferentes entre ellas.

A todos os propongo que probéis un par de mieles distintas (si no lo habéis hecho ya) y que os dejéis sorprender por sus diferencias. ¡Ya me contaréis vuestra experiencia!

Nota para todos aquellos que están totalmente convencidos de que no les gusta la miel y que nos habéis dicho “yo no os puedo ayudar porque a mi no me gusta la miel”: me gustaría que nos ayudaseis a hacer un pequeño experimento sociológico, que busquéis en el armario y nos digáis si, a pesar de no gustaros, también tenéis miel en casa. Los más atrevidos, podéis tratar de probarla y contarnos qué es lo que no os gusta: su textura, su olor, su dulzura, que raspa en el paladar...Se admiten cambios de opinión. ;)